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Revolución en la moda: "El corsé. Renacimiento en la alta costura, la lencería y el uso cotidiano".

Por: Sofía Guajardo


El corsé por siglos ha sido una de las prendas más femeninas, estilizantes y polémicas de la historia. Actualmente vivimos su renacimiento en la alta costura contemporánea y su transformación de una prenda de ropa interior a ropa de uso cotidiano.


Existen múltiples prendas que han revolucionado la forma en la que nos vestimos, algunas se quedan atascadas en el pasado mientras otras regresan al mundo de la moda y con más fuerza que nunca. Este es el caso del famoso corsé, el cual fue utilizado durante varios siglos como un accesorio indispensable y actualmente se vuelve a utilizar, pero de una manera más moderna.


Cuando las personas piensan en los corsés, la imagen que viene a la mente es a menudo una pieza de lencería sexy o como una moda popular del siglo XIX. Esta prenda tiene una historia que va más allá de nuestras suposiciones actuales; la deformación del cuerpo mediante el uso de ropa ajustada se remonta hasta la antigüedad. El corsé probablemente es la prenda más controvertida en la historia de la moda en términos de opresión o liberación y moda vs salud y comodidad. Aunque considerado como un elemento esencial de la vestimenta de moda desde el Renacimiento hasta el siglo XX, el corsé también fue frecuentemente considerado como un instrumento de tortura y causante de problemas de salud.


El corsé proviene de la voz francesa corset la cual se origina del antiguo francés cors, diminutivo de corps, ‘cuerpo’; las mujeres no fueron las únicas que usaron corsés para ser socialmente más aceptables, los hombres también utilizaban el corsé debajo de la ropa, llevaban chaquetas y pantalones muy ajustados, les ayudaba a lograr una figura más delgada, sin embargo, se cansaron de utilizarlos y los que continuaron haciendo uso de la prenda eran molestados.


No cabe duda que la prenda más utilizada en la moda durante siglos fue indiscutiblemente el corsé, funcionaba para levantar y sostener el busto; y parecer más abultado; se ciñe al cuerpo desde el pecho hasta llegar a las caderas gracias a una estructura que se ata a la espalda fuertemente y así le da forma al torso, acentúa la cintura ejerciendo presión, el material de los primeros corsés era metal, se colocaban en los vestidos y limitaban el movimiento; actualmente elaborados con una tela flexible y fuerte, puede ser de algodón, satén o cuero, material que es reforzado por varillas de acero igualmente flexibles para darle resistencia; moldeaban el cuerpo de la mujer en siluetas diferentes como la famosa forma de reloj de arena o la figura “S”.



Los corsés se utilizaron en el mundo occidental desde el siglo XVI y hasta principios del siglo XX, sin embargo, esta prenda particularmente se remonta hasta 1600 a.C. y cuando se agregaron ojales de metal a la ropa interior entre 1820 y 1830, los cordones sumamente apretados se volvieron populares. En el siglo XVI la reina Catalina de Médici, esposa del rey francés Enrique II, prohibía a las mujeres con cintura gruesa entrar a la corte, es por esto por lo que los corsés se volvieron populares creando así, estándares de belleza que se mantuvieron muy bien durante el renacimiento y hasta el siglo XX. Además, cuando comenzó la época victoriana en 1837 la figura que te proporcionaba el corsé era muy popular; los corsés tenían el propósito de crear cinturas de 18-32 cuando los cordones eran lo suficientemente apretados.


En ese tiempo, se solía pensar que el uso del corsé propiciaba beneficios para la salud, eran menos rígidos y funcionaban para poder sostener el cuerpo, sin embargo, no todo era color de rosa, algunos médicos creían que la ropa muy ajustada podía causar infertilidad y atribuyeron enfermedades respiratorias, daños a los órganos internos, deformidades en las costillas y hasta abortos espontáneos al uso de esta prenda, esta situación llego a un punto critico en el siglo XIX justo cuando el corsé estaba en su mayor auge. A pesar de todas estas creencias con respecto al riesgo del uso del corsé las mujeres, en general, ignoraron estas críticas; un estudio emitido en 2015 por la revista Forbes encontró que los esqueletos de las mujeres victorianas estaban deformados por el uso de esta prenda; no únicamente los órganos estaban hacia abajo dejando espacio para la caja torácica reducida, sino que sus espinas estaban realmente desalineadas.


No obstante, algunos de los grande historiadores de la moda como Valeria Steele han argumentado que, aunque las mujeres pueden llegar a sufrir un volumen pulmonar agotado y diversos cambios en la respiración, no necesariamente es causante de enfermedades respiratorias, pero lo que si pudo haber causado son desmayos o una disminución en la vitalidad. Asimismo, la experta considera que las experiencias de corsetería en las mujeres han variado de manera trascendental y no pueden ser comprendidas completamente dentro de los marcos cotidianos.


También en el mundo de las celebridades podemos ver cómo ha evolucionado; en los años 70, Vivien Westwood hizo uso de esta prenda para darle sentido a su estilo punk, los diseñadores Jean-Paul Gaultier y Thierry Mugler lograron incorporar el corsé en sus diseños en la década de los 80.


La icónica Madonna también formo parte de la popularidad del corsé, lo hizo famoso cuando, en su gira Blond Ambition de 1990, utilizo un corsé de satén rosa de Gaultier; Stella McCartney, Tom Ford, Balmain, Prada, Yves Saint Laurent y Balenciaga, todos han integrado corsetería en sus diseños.


Esta prenda también la podemos ver en distintas películas por ejemplo en Titanic (1997) con Kate Winslet, The milionariess (1960) con Sophia Loren, The favourite (2018) con Emma Stone y en Mary Queen of Scots (2018) con Margot Robbie y Saoirse Ronan, así como en los vestidos de las princesas de Disney, todas llevan esta figura de reloj de arena; cintura pequeña en su vestido.


En el siglo XX, la prenda pasó de moda, pero, de acuerdo con Valerie Steele, el concepto ha vuelto a medida que las mujeres reemplazan el corsé con dieta, ejercicio y cirugía plástica manipulando el cuerpo en la forma atlética perfecta para moldear sus cuerpos y recortar sus cinturas, esto dio lugar a corsés deportivos flexibles, utilizados por mujeres atraídas por un estilo de vida nuevo y activo.


Variedad de precios, formas, colores y diseños los corsés fueron usados por mujeres de todas las clases; ahora las mujeres todavía buscaban estas prendas externas para dar forma y sostener su cuerpo junto con fajas, ropa interior de compresión y sostenes.


"Esta prenda tan popular se utiliza en diversas situaciones, declaraciones de moda, para bodas o vestuario de teatro y en la fotografía de moda, donde se utilizan para simbolizar la sexualidad femenina, el corsé como símbolo de rebelión y empoderamiento sexual femenino".

Un ejemplo de cómo esta figura en particular sigue siendo tendencia el día de hoy es Kim Kardashian; para el Met Gala de este año, Kim lució un corsé diseñado por Thierry Mugler, el cual tuvo un proceso de fabricación de 7 meses y hasta tomó lecciones de respiración para poder llevarlo durante todo el evento.


Actualmente, sigue formando parte del estilo de vida de las personas, ya sea como fetiche, de manera erótica o de forma festiva y aunque ya no lo encontramos dentro de todos los armarios de la mujer del siglo XXI, nunca han desaparecido completamente y sigue siendo muy central en la pasarela actual.



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