Por: Karla Huerto
La cirugía de feminización, también llamada «cirugía de afirmación de género», suele elegirse como paso del proceso de tratamiento de la angustia que se produce a causa de la diferencia entre el género expresado o experimentado y el sexo de nacimiento. Comprende muchas opciones, como cirugía para aumentar el tamaño de los senos , así como cirugía para extraer los testículos (orquiectomía) y crear una vagina (vaginoplastia). También podrías considerar procedimientos faciales o del contorno del cuerpo para crear un aspecto más femenino.
Antes de realizar esta cirugía debes obtener recomendaciones de profesionales de salud mental, vivir como mujer y seguir una terapia hormonal de feminización durante un período determinado.
Al igual que cualquier otro tipo de cirugía mayor conlleva el riesgo de sangrado, infección y una reacción adversa a la anestesia. Entre otras complicaciones, podríamos mencionar las siguientes:
· Mala cicatrización de la herida, como en las áreas a lo largo de la línea de incisión
· Acumulación de líquido debajo de la piel (seroma)
· Elevación sólida de sangre coagulada dentro de los tejidos (hematoma)
· Cambios en la sensibilidad de la piel, como dolor persistente, hormigueo, menor sensibilidad o entumecimiento
· Tejido corporal dañado o muerto (necrosis del tejido)
· Coágulos sanguíneos en una vena profunda (trombosis venosa profunda) o en los pulmones (embolia pulmonar)
· Una conexión anormal entre dos partes del cuerpo (fístula)
· Insatisfacción con el aspecto después de la cirugía
· Pérdida de placer sexual y funcionamiento, como la incapacidad persistente de llegar al orgasmo a pesar de responder a la estimulación sexual
Estas cirugías son costosas, implican complicaciones, y requieren tanto procedimientos como atención médica de seguimiento. Antes de realizar estos tipos de cirugía, tal vez, debas obtener recomendaciones de profesionales de salud mental y seguir una terapia hormonal de feminización durante un período determinado.
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